Introducción
En mi primera menstruación tuve la suerte de contar con acceso a internet y una red de madres adoptivas/amigas que me instruyeron, pero desconocían la información que estoy a punto de compartirte. La educación no convencional suele ser el referente del manejo menstrual [1, 2, 3] y aporta recursos valiosos, junto con la práctica. Sin embargo, si la edad reproductiva de la mujer dura una media de 33 años ¿Deberíamos conformarnos con saber tan poco y de fuentes no tan rigurosas? Ahora sé que llevaba años sin sacarle mayor provecho a mi cuidado personal y espero que no sea tu caso.
¿Qué es la copa menstrual y cuál es su vida útil?
La copa menstrual se comercializa desde 1937 [4] y fue patentada por Leona Chambers [3]. Es una herramienta de silicona de grado médico [5], látex [3], elastómeros de termoplástico [6] o caucho [7] que recolecta la menstruación. Las copas varían en capacidad (10 a 38,14 ml), forma (V, campana, redondeada, asimétrica) y firmeza (3,39 N a 13,92 N) [8].
Durante su vida, una mujer puede usar hasta 17.000 tampones o toallas [3], mientras que con copas menstruales esa cifra se reduce a 4-17, dado que su vida útil oscila entre 2 a 10 años [6, 9].
Aceptabilidad, precios y recelos
La aceptación de la copa menstrual varía entre el 30% y el 90% [3]. El 73% de las mujeres que probaron la copa menstrual, en 13 estudios, expusieron su deseo de seguir usándola [10]. Se ha valorado como un método seguro, duradero, cómodo, más ecológico y económico a largo plazo tanto en estudios epidemiológicos [1] como en un metanálisis [10]. Sin embargo, requiere un periodo de adaptación medio de 3 ciclos [3, 10].
En España, las mujeres de 26 a 35 años y con educación universitaria son las más propensas a usar productos menstruales reutilizables [1]. Otros factores identitarios y socioeconómicos también se asocian a la elección de estos productos. Las personas cisgénero prefieren mayormente la copa, mientras que personas trans y de género no binario han referido optar más por compresas o artículos no diseñados específicamente para la menstruación [2].
En cuanto al precio, en 2019 se observó que una copa menstrual podía costar entre 0,72 y 46,72 dólares[10]. En 2024, los precios en España oscilan entre 4,49 y 44,95 euros. Además, pueden sumarse costos de artículos complementarios como esterilizadores y recipientes de transporte.
Los motivos que suelen disuadir el uso de estos productos menstruales se resumen en inexperiencia y desconocimiento [2, 10]. Es importante que conozcas sus cuidados y algunas precauciones. También es fundamental que sepas que las elecciones finales son solo tuyas y totalmente respetables.
Colocación y retirada de la copa menstrual:
– Introducción: Lavar las manos, plegar la copa, insertarla, dejarla desplegarse, asegurar el sellado y lavar las manos.
– Retirada: Lavar las manos, relajar músculos pélvicos, sujetar la base de la copa, apretar ligeramente para romper el sellado, retirar y lavar.
Higiene de la copa menstrual:
– Diaria: Lavar manos, enjuagar la copa con agua, reinserción y lavar manos. En baños públicos, es útil llevar una botella de agua y pañuelos desechables.
– Entre periodos: Limpiar con agua y jabón neutro, esterilizar hirviendo 5-10 minutos, dejar secar y guardar en una bolsa de algodón. Para manchas, remojar en vinagre blanco o agua oxigenada al 1% por 24 horas, antes de esterilizar.
Mitos y precauciones:
– Virginidad: El uso de la copa menstrual no afecta la virginidad. La virginidad es un concepto social, no médico, y el himen no es un indicador de actividad sexual. El himen es un tejido membranoso con una amplia variedad de formas y puede cambiar con el paso del tiempo. Las copas menstruales se insertan en la vagina y no deberían afectar la integridad del himen. Es fundamental obtener información de fuentes confiables para evitar malentendidos [11].
– Manchado: El manchado accidental con copas menstruales puede ocurrir entre un 2% y un 31% de los casos, generalmente debido a prácticas inadecuadas o anatomías poco comunes [2]. Sin embargo, estos accidentes ocurren en menor o similar medida que con compresas y tampones [10]. Muchas usuarias optan por usar productos externos como apoyo hasta que desarrollan más práctica con la copa. Encontrarás mis compresas reutilizables favoritas aquí. Aclaro que no me pagan por la publicidad.
– Dispositivos intrauterinos: Para las usuarias de DIU, es aconsejable consultar con el personal sanitario sobre el uso simultáneo de DIU y copa menstrual. Algunos estudios han encontrado casos de expulsión accidental del DIU asociada al uso de la copa menstrual, aunque la evidencia es de baja calidad y no implica necesariamente causalidad [9]. Tomar decisiones informadas sobre métodos de gestión menstrual compatibles con elecciones anticonceptivas es crucial para el buen funcionamiento de ambas.
– Síndrome de choque tóxico: El síndrome de choque tóxico es una complicación rara pero grave asociada al uso de tampones desde los años 70 [6]. Aunque las copas menstruales no han mostrado un mayor crecimiento de cepas de riesgo de Staphylococcus aureus ni aumento de la toxina TSST-1 en comparación con los tampones [10], es importante mantener una buena higiene. Practicar una adecuada limpieza y seguir las instrucciones de uso puede minimizar el riesgo. Presta atención a síntomas como fiebre, dolor abdominal, hipotensión y salpullido, y busca atención médica si ocurren. El síndrome de choque tóxico se acabará de confirmar con cultivo y pruebas complementarias [7].
– Hidronefrosis: La hidronefrosis es una complicación extremadamente rara del uso de copas menstruales, causada por la compresión del uréter debido a una inserción incorrecta de la copa. En los pocos casos reportados, la extracción de la copa resolvió la obstrucción ureteral y la hidronefrosis inmediatamente [3]. Si experimentas dolor en el flanco, dolor lumbar o cambios en los hábitos urinarios mientras usas una copa menstrual, busca atención médica.
– Microbiota vaginal: El uso de la copa menstrual no tiene efectos adversos significativos sobre la microbiota vaginal. Estudios han mostrado que las copas menstruales no aumentan los riesgos de infecciones ni afectan negativamente el equilibrio de microorganismos en la vagina [9]. Practicar una buena higiene y seguir las instrucciones del fabricante ayuda a mantener la salud vaginal. Además, la elección del pliegue al insertar la copa puede influir en la introducción de aire y el impacto en la microbiota. El pliegue en C es el que menos oxígeno introduce, lo que puede ser beneficioso para mantener el equilibrio de la microbiota vaginal [4].
-Suelo pélvico: Los músculos del suelo pélvico son clave en la inserción y extracción de la copa menstrual. El uso de la copa puede cambiar la presión de reposo vaginal y el tono muscular del suelo pélvico. Las mujeres con un cuello uterino alto podrían encontrar más difícil manejar la copa, ejerciendo presión adicional sobre estos músculos. Los fabricantes recomiendan relajar el suelo pélvico antes de extraer la copa para evitar sobrecargas y posibles molestias [12].
Conclusiones
La copa menstrual ofrece una opción sostenible y económica para la gestión menstrual. De cierto modo, puede ayudar a mejorar la conciencia corporal. La diversidad de productos disponibles permite adaptarse a diferentes cuerpos, pero es importante que las empresas ofrezcan información detallada. Se necesita más investigación de calidad para confirmar los beneficios observados en estudios preliminares.
Puedes descubrir más sobre tu ciclo en el artículo Entendiendo nuestros ciclos.
¡Hasta el próximo café!
Referencias:
1. Medina-Perucha, L., López-Jiménez, T., Holst, A. S., Jacques-Aviñó, C., Munrós-Feliu, J., Martínez-Bueno, C., Valls-Llobet, C., Pinzón Sanabria, D., Vicente-Hernández, M. M., & Berenguera, A. (2022). Use and perceptions on reusable and non-reusable menstrual products in Spain: A mixed-methods study. PloS one, 17(3), e0265646. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0265646
2. Botello-Hermosa, A., González-Cano-Caballero, M., Guerra-Martín, M. D., Navarro-Pérez, C. F., & Arnedillo-Sánchez, S. (2024). Perceptions, Beliefs, and Experiences about the Menstrual Cycle and Menstruation among Young Women: A Qualitative Approach. Healthcare (Basel, Switzerland), 12(5), 560. https://doi.org/10.3390/healthcare12050560
3. Arenas-Gallo, C., Ramírez-Rocha, G., González-Hakspiel, L., Merlano-Alcendra, C., Palomino-Suárez, D., & Rueda-Espinel, S. (2020). Acceptability and safety of the menstrual cup: A systematic review of the literature. Aceptabilidad y seguridad de la copa menstrual: revisión sistemática de la literatura. Revista colombiana de obstetricia y ginecologia, 71(2), 163–177. https://doi.org/10.18597/rcog.3425
4. Friberg, M., Woeller, K., Iberi, V., Mancheno, P. P., Riedeman, J., Bohman, L., & Davis, C. C. (2023). Development of in vitro methods to model the impact of vaginal lactobacilli on Staphylococcus aureus biofilm formation on menstrual cups as well as validation of recommended cleaning directions. Frontiers in reproductive health, 5, 1162746. https://doi.org/10.3389/frph.2023.1162746
5. Calabrese, A., Fornaciari, A., Compagnone, C., Barbagallo, M., Fornaciari, C., & Bellini, V. (2023). A case of pneumococcal pneumonia and pelvic-peritonitis in a menstrual endovaginal cup user, which came first?. International journal of surgery case reports, 107, 108375. https://doi.org/10.1016/j.ijscr.2023.108375
6. Wunsch, N., Green, S. J., Adam, S., Hampton, J., Phillips-Howard, P. A., & Mehta, S. D. (2022). In Vitro Study to Assess Effective Cleaning Techniques for Removing Staphylococcus aureus from Menstrual Cups. International journal of environmental research and public health, 19(3), 1450. https://doi.org/10.3390/ijerph19031450
7. Neumann, C., Kaiser, R., & Bauer, J. (2020). Menstrual Cup-Associated Toxic Shock Syndrome. European journal of case reports in internal medicine, 7(10), 001825. https://doi.org/10.12890/2020_001825
8. Manley, H., Hunt, J. A., Santos, L., & Breedon, P. (2021). Comparison between menstrual cups: first step to categorization and improved safety. Women’s health (London, England), 17, 17455065211058553. https://doi.org/10.1177/17455065211058553
9. Bowman, N., & Thwaites, A. (2023). Menstrual cup and risk of IUD expulsion – a systematic review. Contraception and reproductive medicine, 8(1), 15. https://doi.org/10.1186/s40834-022-00203-x
10. van Eijk, A. M., Zulaika, G., Lenchner, M., Mason, L., Sivakami, M., Nyothach, E., Unger, H., Laserson, K., & Phillips-Howard, P. A. (2019). Menstrual cup use, leakage, acceptability, safety, and availability: a systematic review and meta-analysis. The Lancet. Public health, 4(8), e376–e393. https://doi.org/10.1016/S2468-2667(19)30111-2
11. Moussaoui, D., Abdulcadir, J., & Yaron, M. (2022). Hymen and virginity: What every paediatrician should know. Journal of paediatrics and child health, 58(3), 382–387. https://doi.org/10.1111/jpc.15887
12. Schevchenco, B., Brandão, S., Gomes Timbó, P., Tonon da Luz, S. C., da Silva Honório, G. J., & Da Roza, T. (2023). The influence of the menstrual cup on female pelvic floor muscles variables: a prospective case series. Women & health, 63(1), 35–43. https://doi.org/10.1080/03630242.2022.2155901