Descubre la Copa Menstrual: Uso, Mitos y Realidades

Resumen

 

Este artículo aborda qué es la copa menstrual, su vida útil, preferencias de uso, técnicas prácticas, higiene y precauciones. Si eres una mujer genética en edad reproductiva o un profesional sanitario, encontrarás información útil y curiosidades sobre este dispositivo.

Copas menstruales

Introducción

En mi primera menstruación tuve la suerte de contar con acceso a internet y una red de madres adoptivas/amigas que me instruyeron, pero desconocían la información que estoy a punto de compartirte. La educación no convencional suele ser el referente del manejo menstrual [1, 2, 3] y aporta recursos valiosos, junto con la práctica. Sin embargo, si la edad reproductiva de la mujer dura una media de 33 años ¿Deberíamos conformarnos con saber tan poco y de fuentes no tan rigurosas? Ahora sé que llevaba años sin sacarle mayor provecho a mi cuidado personal y espero que no sea tu caso.  

¿Qué es la copa menstrual y cuál es su vida útil?

 

La copa menstrual se comercializa desde 1937 [4] y fue patentada por Leona Chambers [3]. Es una herramienta de silicona de grado médico [5], látex [3], elastómeros de termoplástico [6] o caucho [7] que recolecta la menstruación. Las copas varían en capacidad (10 a 38,14 ml), forma (V, campana, redondeada, asimétrica) y firmeza (3,39 N a 13,92 N) [8].

 

Durante su vida, una mujer puede usar hasta 17.000 tampones o toallas [3], mientras que con copas menstruales esa cifra se reduce a 4-17, dado que su vida útil oscila entre 2 a 10 años [6, 9].

 

Aceptabilidad, precios y recelos

 

La aceptación de la copa menstrual varía entre el 30% y el 90% [3]. El 73% de las mujeres que probaron la copa menstrual, en 13 estudios, expusieron su deseo de seguir usándola [10]. Se ha valorado como un método seguro, duradero, cómodo, más ecológico y económico a largo plazo tanto en estudios epidemiológicos [1] como en un metanálisis [10]. Sin embargo, requiere un periodo de adaptación medio de 3 ciclos [3, 10].

 

En España, las mujeres de 26 a 35 años y con educación universitaria son las más propensas a usar productos menstruales reutilizables [1]. Otros factores identitarios y socioeconómicos también se asocian a la elección de estos productos. Las personas cisgénero prefieren mayormente la copa, mientras que personas trans y de género no binario han referido optar más por compresas o artículos no diseñados específicamente para la menstruación [2].

 

En cuanto al precio, en 2019 se observó que una copa menstrual podía costar entre 0,72 y 46,72 dólares[10]. En 2024, los precios en España oscilan entre 4,49 y 44,95 euros. Además, pueden sumarse costos de artículos complementarios como esterilizadores y recipientes de transporte.

 

Los motivos que suelen disuadir el uso de estos productos menstruales se resumen en inexperiencia y desconocimiento [2, 10]. Es importante que conozcas sus cuidados y algunas precauciones. También es fundamental que sepas que las elecciones finales son solo tuyas y totalmente respetables.

 

Colocación y retirada de la copa menstrual:

 

Introducción: Lavar las manos, plegar la copa, insertarla, dejarla desplegarse, asegurar el sellado y lavar las manos.

 

Retirada: Lavar las manos, relajar músculos pélvicos, sujetar la base de la copa, apretar ligeramente para romper el sellado, retirar y lavar.

 

Higiene de la copa menstrual:

 

Diaria: Lavar manos, enjuagar la copa con agua, reinserción y lavar manos. En baños públicos, es útil llevar una botella de agua y pañuelos desechables.

 

Entre periodos: Limpiar con agua y jabón neutro, esterilizar hirviendo 5-10 minutos, dejar secar y guardar en una bolsa de algodón. Para manchas, remojar en vinagre blanco o agua oxigenada al 1% por 24 horas, antes de esterilizar.

 

Mitos y precauciones:

 

Virginidad: El uso de la copa menstrual no afecta la virginidad. La virginidad es un concepto social, no médico, y el himen no es un indicador de actividad sexual. El himen es un tejido membranoso con una amplia variedad de formas y puede cambiar con el paso del tiempo. Las copas menstruales se insertan en la vagina y no deberían afectar la integridad del himen. Es fundamental obtener información de fuentes confiables para evitar malentendidos [11].

 

Manchado: El manchado accidental con copas menstruales puede ocurrir entre un 2% y un 31% de los casos, generalmente debido a prácticas inadecuadas o anatomías poco comunes [2]. Sin embargo, estos accidentes ocurren en menor o similar medida que con compresas y tampones [10]. Muchas usuarias optan por usar productos externos como apoyo hasta que desarrollan más práctica con la copa. Encontrarás mis compresas reutilizables favoritas aquí. Aclaro que no me pagan por la publicidad.

 

Dispositivos intrauterinos: Para las usuarias de DIU, es aconsejable consultar con el personal sanitario sobre el uso simultáneo de DIU y copa menstrual. Algunos estudios han encontrado casos de expulsión accidental del DIU asociada al uso de la copa menstrual, aunque la evidencia es de baja calidad y no implica necesariamente causalidad [9]. Tomar decisiones informadas sobre métodos de gestión menstrual compatibles con elecciones anticonceptivas es crucial para el buen funcionamiento de ambas.

 

Síndrome de choque tóxico: El síndrome de choque tóxico es una complicación rara pero grave asociada al uso de tampones desde los años 70 [6]. Aunque las copas menstruales no han mostrado un mayor crecimiento de cepas de riesgo de Staphylococcus aureus ni aumento de la toxina TSST-1 en comparación con los tampones [10], es importante mantener una buena higiene. Practicar una adecuada limpieza y seguir las instrucciones de uso puede minimizar el riesgo. Presta atención a síntomas como fiebre, dolor abdominal, hipotensión y salpullido, y busca atención médica si ocurren. El síndrome de choque tóxico se acabará de confirmar con cultivo y pruebas complementarias [7]. 

 

Hidronefrosis: La hidronefrosis es una complicación extremadamente rara del uso de copas menstruales, causada por la compresión del uréter debido a una inserción incorrecta de la copa. En los pocos casos reportados, la extracción de la copa resolvió la obstrucción ureteral y la hidronefrosis inmediatamente [3]. Si experimentas dolor en el flanco, dolor lumbar o cambios en los hábitos urinarios mientras usas una copa menstrual, busca atención médica.

 

Microbiota vaginal: El uso de la copa menstrual no tiene efectos adversos significativos sobre la microbiota vaginal. Estudios han mostrado que las copas menstruales no aumentan los riesgos de infecciones ni afectan negativamente el equilibrio de microorganismos en la vagina [9]. Practicar una buena higiene y seguir las instrucciones del fabricante ayuda a mantener la salud vaginal. Además, la elección del pliegue al insertar la copa puede influir en la introducción de aire y el impacto en la microbiota. El pliegue en C es el que menos oxígeno introduce, lo que puede ser beneficioso para mantener el equilibrio de la microbiota vaginal [4].

 

-Suelo pélvico: Los músculos del suelo pélvico son clave en la inserción y extracción de la copa menstrual. El uso de la copa puede cambiar la presión de reposo vaginal y el tono muscular del suelo pélvico. Las mujeres con un cuello uterino alto podrían encontrar más difícil manejar la copa, ejerciendo presión adicional sobre estos músculos. Los fabricantes recomiendan relajar el suelo pélvico antes de extraer la copa para evitar sobrecargas y posibles molestias [12].

 

Conclusiones

 

La copa menstrual ofrece una opción sostenible y económica para la gestión menstrual. De cierto modo, puede ayudar a mejorar la conciencia corporal. La diversidad de productos disponibles permite adaptarse a diferentes cuerpos, pero es importante que las empresas ofrezcan información detallada. Se necesita más investigación de calidad para confirmar los beneficios observados en estudios preliminares.

 

Puedes descubrir más sobre tu ciclo en el artículo Entendiendo nuestros ciclos.

¡Hasta el próximo café!

Referencias:

 

1. Medina-Perucha, L., López-Jiménez, T., Holst, A. S., Jacques-Aviñó, C., Munrós-Feliu, J., Martínez-Bueno, C., Valls-Llobet, C., Pinzón Sanabria, D., Vicente-Hernández, M. M., & Berenguera, A. (2022). Use and perceptions on reusable and non-reusable menstrual products in Spain: A mixed-methods study. PloS one, 17(3), e0265646. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0265646

 

2. Botello-Hermosa, A., González-Cano-Caballero, M., Guerra-Martín, M. D., Navarro-Pérez, C. F., & Arnedillo-Sánchez, S. (2024). Perceptions, Beliefs, and Experiences about the Menstrual Cycle and Menstruation among Young Women: A Qualitative Approach. Healthcare (Basel, Switzerland), 12(5), 560. https://doi.org/10.3390/healthcare12050560

 

3. Arenas-Gallo, C., Ramírez-Rocha, G., González-Hakspiel, L., Merlano-Alcendra, C., Palomino-Suárez, D., & Rueda-Espinel, S. (2020). Acceptability and safety of the menstrual cup: A systematic review of the literature. Aceptabilidad y seguridad de la copa menstrual: revisión sistemática de la literatura. Revista colombiana de obstetricia y ginecologia, 71(2), 163–177. https://doi.org/10.18597/rcog.3425

 

4. Friberg, M., Woeller, K., Iberi, V., Mancheno, P. P., Riedeman, J., Bohman, L., & Davis, C. C. (2023). Development of in vitro methods to model the impact of vaginal lactobacilli on Staphylococcus aureus biofilm formation on menstrual cups as well as validation of recommended cleaning directions. Frontiers in reproductive health, 5, 1162746. https://doi.org/10.3389/frph.2023.1162746

 

5. Calabrese, A., Fornaciari, A., Compagnone, C., Barbagallo, M., Fornaciari, C., & Bellini, V. (2023). A case of pneumococcal pneumonia and pelvic-peritonitis in a menstrual endovaginal cup user, which came first?. International journal of surgery case reports, 107, 108375. https://doi.org/10.1016/j.ijscr.2023.108375

 

6. Wunsch, N., Green, S. J., Adam, S., Hampton, J., Phillips-Howard, P. A., & Mehta, S. D. (2022). In Vitro Study to Assess Effective Cleaning Techniques for Removing Staphylococcus aureus from Menstrual Cups. International journal of environmental research and public health, 19(3), 1450. https://doi.org/10.3390/ijerph19031450

 

7. Neumann, C., Kaiser, R., & Bauer, J. (2020). Menstrual Cup-Associated Toxic Shock Syndrome. European journal of case reports in internal medicine, 7(10), 001825. https://doi.org/10.12890/2020_001825

 

8. Manley, H., Hunt, J. A., Santos, L., & Breedon, P. (2021). Comparison between menstrual cups: first step to categorization and improved safety. Women’s health (London, England), 17, 17455065211058553. https://doi.org/10.1177/17455065211058553

 

9. Bowman, N., & Thwaites, A. (2023). Menstrual cup and risk of IUD expulsion – a systematic review. Contraception and reproductive medicine, 8(1), 15. https://doi.org/10.1186/s40834-022-00203-x

 

10. van Eijk, A. M., Zulaika, G., Lenchner, M., Mason, L., Sivakami, M., Nyothach, E., Unger, H., Laserson, K., & Phillips-Howard, P. A. (2019). Menstrual cup use, leakage, acceptability, safety, and availability: a systematic review and meta-analysis. The Lancet. Public health, 4(8), e376–e393. https://doi.org/10.1016/S2468-2667(19)30111-2

 

11. Moussaoui, D., Abdulcadir, J., & Yaron, M. (2022). Hymen and virginity: What every paediatrician should know. Journal of paediatrics and child health, 58(3), 382–387. https://doi.org/10.1111/jpc.15887

 

12. Schevchenco, B., Brandão, S., Gomes Timbó, P., Tonon da Luz, S. C., da Silva Honório, G. J., & Da Roza, T. (2023). The influence of the menstrual cup on female pelvic floor muscles variables: a prospective case series. Women & health, 63(1), 35–43. https://doi.org/10.1080/03630242.2022.2155901

 

 

 

Entendiendo nuestros ciclos

A través de las fases menstruales se producen cambios cíclicos que repercuten en la salud general femenina, no solo en la reproducción ¿Te gustaría tener ideas para optimizarlos? Sigue leyendo, tienes la oportunidad de interpretar ese lenguaje con el que se comunica tu cuerpo y mente.

 

En este post encontrarás un mapa de coordenadas estándar del ciclo menstrual, como el que resume la Figura 1. También, material descargable por si te animas a llevar tu propio diario cíclico y más hábitos recomendables en cada fase.

 

Hablando del periodo

Contexto de la ciclicidad femenina

Inicialmente, el periodo reproductivo de la mujer empieza con la menarquia -primera regla-, entre los 8,5 a 13 años, y acaba con la menopausia -un año entero sin regla-. Finalmente, llega la menopausia que ocurre aproximadamente a los 51 años (1 y 2). Con la menopausia empieza otro periodo con menos exigencias sociales y hormonales que puede ser muy fructífero, pero aquí nos centraremos en el anterior. En consecuencia, podemos llegar a experimentar más de 400 ciclos menstruales a lo largo de toda una vida (3).

 

Además, en los ciclos se suelen diferenciar dos grandes fases: la folicular y la lútea. En medio de ellas se debería producir la ovulación. La ovulación -liberación del óvulo maduro- suele durar de 12 a 24 horas y es el punto más importante de un ciclo menstrual saludable (1 y 3). Sin embargo, es un proceso sensible. Más abajo te describo cómo intuir si la tienes. Dado que no todas las mujeres ovulan, aunque menstrúen

 

No obstante, el ciclo menstrual cuenta con una duración muy variable. Cuando se regula, la duración media suele ser de 28 días. Es posible que la tuya sea de 21 o de 45 días y sigue estando dentro del rango “de lo normal” (2). Lo valioso es que identifiques el tuyo. En mujeres sanas, puede pasar que la duración de su ciclo varía de un mes al otro. También, el ciclo suele alargarse al principio y final de la edad fértil (1).

 

En concreto, la menstruación suele ser el suceso más notable del ciclo y se define como el «desprendimiento del revestimiento superficial del endometrio uterino» (4) y suele durar una media de 5 días, con un rango de 3 a 6 (1). Básicamente, cuando no hay fecundación el endometrio secreta prostaglandinas -PGF2α y PGE2-, el útero sufre contracciones, la capa externa del endometrio se descama y es evacuada vía vaginal (6). 

El calendario cíclico empieza el primer día de sangrado y acaba antes del siguiente sangrado (3). No te dejes confundir entre esa sangre fresca de la que hablo y posibles restos del ciclo anterior, por lo general con un tono más apagado o tirando a pardo rojizo. Sangrado con tonos inusuales de rosa claro pueden indicarnos falta de hierro y gris maloliente una posible infección (23). Habrá que hacer otras pruebas.

Ciclo menstrual promedio

Figura 1. Esquema del ciclo menstrual promedio (1 – 23)

Posibles razones evolutivas tras la ciclicidad

El engrosamiento del endometrio parece haber evolucionado con la función de separar el tejido materno del de las células embrionarias. Así se evitarían ataques del sistema inmune materno al feto (4, 5, 23). Aunque hay otras teorías: que al tratarse de una especie compleja necesitamos generar todas esas capas con anterioridad para poder alimentar eficientemente al nuevo ser o que el endometrio ayuda a seleccionar material genético inviable impidiendo su implantación (4, 23). Sin embargo, sería aceptada la idea de que la naturaleza nos prepara para quedarnos embarazadas en cada ciclo. Exceptuando el riesgo de supervivencia; Del tipo, falta de alimento o elevados niveles de estrés que se interpretan como ambiente peligroso. 

Siguiendo con el símil evolutivo, la no fecundación o el paso del tiempo tras el parto -aproximadamente 6 meses de lactancia exclusiva (23)- propicia el reinicio del ciclo. Después, podría ser favorable socializar -tener actitud más extrovertida, elocuencia, sentirse con energía, etc.- y seleccionar pareja -prestar más atención y mostrar creatividad-: sería útil atraerla con atributos deseables -acicalarse, tener la piel humectada, el pelo brillante, sentirse sexy, etc.- y desear sus atributos -tener sueños o fantasías eróticas, que se te vayan los ojos…-. 

Entre tanto, se debería preparar el habitáculo provisional del nuevo ser -engrosamiento de la pared del útero-, la alfombra de bienvenida -secretar flujo-, madurar uno o varias células sexuales -desarrollo del folículo dominante y, en su interior, el ovocito- y que salgan hacia las trompas de Falopio para que queden accesibles -ovulación-. A continuación, sería el momento de consumar el intercambio de material genético -apareamiento-, hacer todavía más acogedor el nido -aumentar unas décimas la temperatura corporal con la progesterona, tener más apetito, hincharse un poco, también los pechos, etc.- y quizá actuar de forma menos sociable -actitud más introvertida, sueño ligero, irritabilidad, sollozos, etc.-. Eso último, podría explicarse como un mecanismo de protección de la madre y el embrión. Esas hipótesis parecen coherentes con los cambios biológicos y psicológicos que han recogido algunos experimentos. 

Por suerte, nuestros procesos biológicos y psicológicos están influidos por más factores que la mera filogenia«origen, formación y desarrollo evolutivo general de una especie biológica»-. Aunque las motivaciones primitivas ayudan a entender, en parte, nuestra conducta (7). También sería interesante fijarse en el ambiente: tanto externo como interno, o sea, las características demográficas, la contaminación, la historía personal, los propios pensamientos y emociones, etc. ¿Te suena alguno de estos comportamientos? ¿Has observado alguno de esos cambios físicos? 

En contra partida, la buena noticia es que nuestra conducta también puede alterar procesos del cuerpo y la mente. Tenemos un margen para actuar mediante hábitos saludables que respeten nuestros biorritmos (23):

  • Actividad física.
  • Alimentación saludable.
  • Higiene del sueño.
  • Meditación.
  • Cultivo de relaciones sociales significativas.
  • Evitación de tóxicos.

En general, las fases del ciclo se regulan gracias a una compleja sincronización de factores endocrinos, autocrinos y paracrinos (1) del eje hipotálamo – pituitaria – gonadal. Por simplificar, se habla de hormonas principales como el estradiol en la fase folicular y la progesterona en la lútea, pero piensa que todas las hormonas colaboran entre ellas. De cintura para abajo, también deberíamos tener en cuenta al andrógeno testosterona, la inhibina y activina. Curiosamente, todas tienen el colesterol como precursor. De cintura para arriba, interviene la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), la hormona folículo estimulante (FSH) y la luteinizante (LH).

¿Qué pasa en la fase folicular?

Esta fase suele durar una media de 14,6 días, con un rango de 10 a 23 (1). Voy a resaltar algunos puntos de esta fase: la menstruación, la fase proliferativa y el desarrollo del folículo dominante.

La menstruación pasa cuando caen los niveles de todas esas hormonas ováricas. Le sigue la fase proliferativa con el mayor pico del estradiol del ciclo y bajos niveles de progesterona. Para que suceda, el hipotálamo secreta GnRH en pulsos lentos y esa señal desencadena que la adenohipófisis o glándula pituitaria anterior produzca FSH (8).

Por su parte, en el ovario la FSH promueve el crecimiento de los folículos. Los folículos secretan estradiol y cada vez hay más en sangre. Esos niveles elevados inhiben la producción de FSH y posibilitan la de LH. Como resultado, el aumento de estradiol permite regenerar el endometrio y el hipotálamo empieza a secretar GnRH en pulsos rápidos. Así que esos pulsos son el mensaje para que la hipófisis produzca LH (8).

Generalmente, los estrógenos se asocian a mejor apariencia de la piel y atención(10). En analíticas puede que veas tres tipos de estrógenos: estradiol en la mujer fértil (de los folículos y cuerpo lúteo), estrona en la mujer posmenopáusica (del tejido adiposo y mamario) y  estriol en la embarazada (de la placenta). Sin embargo, un exceso de estrógenos se asocia a aumento de testosterona e hirsutismo – crecimiento inusual de vello en labio superior, patillas, barbilla, cuello, aureolas mamarias, tórax, al rededor del ombligo, en inglés, muslos o espalda –, pero quédate con que la testosterona inhibe la producción de estradiol.

A mediados de la fase proliferativa aumenta la progesterona que tiene un rol en la secreción de moco cervical. Aunque son los estrógenos los que determinan su producción. Hacia el final de esta fase se produce un repunte de testosterona. Esos picos de testosterona pueden afectar positivamente al estado de ánimo, al deseo, pero también hacernos ganar peso si no están equilibrados con estrógenos (3, 9 y 10). Es un maravilloso y delicado ejercicio de tensegridad.

Para acabar, el pico de LH promueve la expulsión del ovocito. Los restos de folículo pasan a llamarse cuerpo lúteo o amarillo. Este es un productor de estrógenos y progesterona. En torno a la ovulación, es quizá un buen momento para agendarte esa exposición oral o un proyecto creativo o una cita. No obstante, recuerda que es el momento más fértil del ciclo y la seguridad en ti misma puede hacerte bajar la guardia. La ventana fértil durará 7 días antes de la ovulación a 1 día tras esta (23).

 

FACTORES QUE PUEDEN ALTERAR UN CICLO MENSTRUAL:

    • Sedentarismo o ejercicio en exceso (19, 23).

    • Deficiencia (6) o exceso de ingesta (19). Más los carbohidratos simples, azúcares y las grasas saturadas de tipo trans (23).

    • Resistencia a la insulina y obesidad o sobrepeso (19, 23).

    • Alteraciones del patrón de sueño como dormir poco, trabajos  a turnos o nocturnos o cambios de zona horaria (7, 23).

    • Estrés y ansiedad (19, 23).

    • Contacto con tóxicos o algunas moléculas extrañas -disruptores endocrinos, alcohol, algunos medicamentos, vacunas, etc.- (19).

Observar el flujo cervical

Sobre el cuello uterino, me gustaría introducirte el método Billing. En 1972, se publicitó esa técnica de observación del flujo cervical cuya finalidad es la planificación familiar natural (11 y 12). Esta es una de las complejas por lo que es más efectiva que otras (23). Sin embargo, antes de usarlo como método de planificación, por favor consulta con profesionales sanitarios experimentados.

En mi desconocimiento creo que es interesante, pero menos seguro que otros – no protege de enfermedades de transmisión sexual – y, tampoco es mejor que el método sintotérmico; método natural con un 98% de eficacia (23). Por tanto, mi objetivo al comentarlo es que sepas que se puede observar una pauta en las secreciones de la cérvix y con ella orientarnos sobre nuestra ovulación (13).

La mucosidad del cuello del útero es una parte del flujo vaginal. Lo que puedes observar es que al avanzar el ciclo aumenta el volumen, la opacidad y la elasticidad del flujo y al pasar la ovulación vuelve a espesarse un poco (12 y 14):

1º.- Ausencia de flujo: al sangrado le preceden unos días de sequedad vaginal. Si deseas tener relaciones sexuales entonces es interesante potenciar el deseo desde la imaginación y/o emplear ayudas externas como lubricantes. Sin embargo, con poco estrógeno pueden notarse molestias por baja elasticidad de la mucosa.

2º.- Flujo pegajoso: este se observa espeso sobre el papel higiénico y, al tomarlo entre los dedos, se queda pegado.

3º.- Flujo cremoso: su opacidad sigue disminuida, asemejándose al color blanquecino de la nata, pero la hidratación es mayor.

4º.- Flujo resbaladizo: su opacidad se parece a la de clara de huevo cruda, es más elástico y permite una sensación de buena lubricación en las relaciones sexuales.

Tomarse la temperatura basal

La temperatura basal se anota desde el cuarto o quinto día del ciclo menstrual hasta que este acaba. Suele oscilar entre 35,5 a 36,6 °C  antes de ovular y 36,1 °C a 37,2 °C en la fase lútea. Tras la ovulación hay un aumento leve de 0,3 a 0,5 °C.

Pasos:

1º.- Antes de ir a dormir, se deja a mano un termómetro digital o de mercurio. Es aconsejable usar el mismo termómetro (limpio y desinfectado), vía y hora.  

En los termómetros digitales solo hace falta lavar el extremo con que se toma la temperatura. No se llega a mojar la pantalla. Observa el tuyo. Para desinfectar se puede frotar con un algodón empapado en alcohol 70º (isopropilico) y dejar evaporar. El de mercurio ha de dejarse por debajo de 35 °C cada vez.

 

2º.- Se elige la vía de contacto que se prefiera y se toma la temperatura antes de levantarse. Mejor haber dormido un mínimo de tres horas, que suelen ser dos ciclos de sueño No-REM/REM.

 

– Vía oral  (35,7 a 37,3 °C): se coloca la punta del termómetro bajo la lengua y se cierran la boca apretando suavemente los labios; cinco minutos si emplea mercurio.

 

– Vía vaginal: se introduce con cuidado la punta del termómetro en la vagina; tres minutos si usa mercurio.

 

– Vía rectal (36,2 a 37,7 °C):  acuéstate en posición fetal, se aplica lubricante en el recto y/o la punta del termómetro. Esta última se inserta en el recto; tiempo igual que por vía vaginal.

 

3º.- Pasado un rato o cuando suene, si hay alarma, se puede extraer el termómetro y anotar la lectura.

 

¿HE OVULADO?

No es fácil predecirlo con precisión. Sin embargo, algunos síntomas son:

    • Menstruar. Se pueden contar siete días antes del primer sangrado para localizar la ovulación.

    • Tener ciclos regulares. Obviando que si tomas la píldora los vas a ver como regulares, pero no es lo mismo.

    • A mitad del ciclo, notar cambios físicos como aumento de flujo y de la temperatura basal, tensión en los pechos, hinchazón, sensibilidad al contacto, etc. Algunas mujeres notan cuando rompe el folículo como un leve dolor en el ovario. 

    • También a medio ciclo, notar cambios de humor como aumento de líbido, sentir que te queda mejor la ropa, estar menos distraída, hambrienta, etc.

Alternativamente, puedes optar por usar un predictor de ovulación de farmacia. Sin embargo, los anteriores son señales naturales ampliamente disponibles.

¿Qué esperar entre la ovulación y el periodo posterior?

La fase premenstrual o lútea o secretora dura un promedio de 13,6 días, en un rango de 7 a 19 (1). En ella, la progesterona del cuerpo lúteo aumenta la congestión en los pechos y su sensibilidad, en el riñón disminuye la eliminación de líquidos con lo que podemos sentirnos hinchadas, ayuda a la implantación del embrión, aumenta la temperatura corporal y reduce la motilidad intestinal (6 y 14).

Asimismo, durante esta fase se produce un pico de estradiol más leve que coincide con el inicio de la regresión lútea y poco a poco va disminuyendo la producción de progesterona. En la fase secretora 1/3 de las mujeres estudiadas muestran tres simas de testosterona y el resto dos. Se asociaron periodos más largos a las mujeres con tres picos de testosterona.

A nivel psicológico, parece que en la fase premenstrual las mujeres somos más vulnerables a una ingesta elevada, los antojos (6, 23) y la depresión (6, 9, 23). Es lo que se conoce como síndrome premenstrual (SPM) y puede alargarse a 2 o 3 días durante la menstruación (23). Aunque se bebe investigar más en ese campo (6). En general, se suele reportar mejor estado de ánimo en la fase folicular en comparación con la lútea (10). No obstante, algunos interpretan que la progesterona es más estabilizante del ánimo que depresogénica (3, 15,); sería la hormona de la relajación y también de la laxitud muscular (23). Además, para algunas mujeres las deposiciones suelen ser más blandas al principio del ciclo y asemejarse a un estreñimiento hacia el final. Sin embargo, la causa de ese cambio puede no ser propiamente el consumo de alimentos, si no niveles fisiológicos de hormonas (15).

También, existen pruebas disponibles sobre alteraciones cíclicas en la percepción del gusto y olfato: “preferencias por soluciones dulces, reducción en el rechazo al salado y amargo; mayor intensidad en la discriminación perceptiva del dulce, amargo y ácido hacia el final del ciclo”. En otras palabras, parece que nos apetece más lo salado y  dulce en la fase lútea. Además, distinguimos mejor el olor hacia el final del ciclo; un olfativo más sensible durante la ovulación y la fase lútea respecto a la fase folicular (20 y 21).

Consejos de alimentación

En general, deberíamos de potenciar el consumo de alimentos antiinflamatorios, o sea, consumir especias como la cúrcuma, jengibre- una dieta rica en vegetales -hojas verdes, cebolla, ajo, coliflor y todos los demás- y frutas. Incluir cereales integrales, frutos secos -almendras, nueces, avellanas, anacardos, etc.- y semillas -chía y lino hidratado, sésamo triturado, etc-. Potenciar las grasas de tipo mono y poliinsaturado -aceite de oliva virgen extra, colza, aguacate, pescados grasos como sardinas, salmón, boquerones, etc.-. Tomar legumbres y derivados -lentejas, garbanzos, alubias, soja, tofu, etc.-, huevos y carnes magras -aves de corral, partes de calidad de la ternera y el cerdo-, marisco, etc.-, hidratarnos con caldos, infusiones, agua sola o saborizada -con limón, menta, albahaca, naranja, etc.-. Eso se aplica tanto a hombres como a mujeres.

 

 

Por contra, deberíamos reducir o eliminar los alimentos pro inflamatorios – productos comestibles ultraprocesados de tipo: azúcar, miel, harinas refinadas, bollería industrial, helados, patatas fritas, margarina, refrescos, etc. Durante la fase lútea, es especialmente interesante reducir o eliminar el consumo de alcohol, un no alimento. Al mismo tiempo, los excitantes como la cafeína deberían disminuirse en esa fase.  

Las bebidas alcohólicas -con etanol- resultan poco interesante para la salud, pero menos en la menstruación. El alcohol se descompone mayoritariamente en el hígado, que también descompone estrógenos, y podemos llegar antes a la intoxicación.  Además, un hiperestrogenismo se asocia con reglas dolorosas, de sangrado abundante e hirsutismo. El dolor en la menstruación no es normal, es síntoma de que algo no anda bien. 

 

 

El café y té (polifenoles) también puede metabolizarse más lentamente durante la regla y afectar la absorción de hierro. El consejo es no excederse y/o separar su consumo al menos 2 h de las comidas.  En la fase lútea puede retrasarse la eliminación de cafeína. De media, la cafeína tarda 4 horas en metabolizarse, por lo que deberíamos espaciarla unas 8 horas del sueño y tener en cuenta que un descafeinado no está exento de cafeína.

 

Además, con el sangrado de la menstruación aumentaría los requerimientos de hierro y se pierde tanto agua como electrolitos. Una recomendación es tomar alimentos ricos en hierro -carnes magras, legumbres, huevo, marisco tipo bivalvos como mejillones, espinacas, acelgas, col, berros, etc.- junto con alimentos que aporten vitamina C – limón, mandarina, naranja, kiwi, pimiento crudo, etc.- para favorecer la absorción del primero. Los electrolitos los obtendrás de tu ingesta de frutas y verduras. 

Algunas personas consideran la suplementación de elementos como el magnesio (Mg) en la fase lútea, pero el Mg se encuentra de forma natural en el cacao puro -500 mg/100 g-, semillas de calabaza -600 mg/100 g-, tahini o pasta de sésamo tostado -100 a 320 mg/100 g- , anacardos -260 mg/100 g- y otros (23). 

Otro elemento interesante es alimentos que te permitan producir serotonina de forma natural. La mayoría de esa serotonina la obtenemos gracias la microbiota saludables y su precursor es el triptófano -plátano, chocolate de 75% de pureza o más, cereales integrales, frutos secos, etc.-. A esos microorganismos que trasportamos sobre todo en el intestino les favorece los MACs (Microbiota Accesible Carbohidrates) -fruta, verdura, semillas, cereales integrales, etc.-, alimentos fermentados -pepinillos en vinagre, chucrut, etc.- y proteína, ya que necesitan nitrógeno. No les conviene los elementos que contiene la carne procesada, los edulcorantes y, en general, los ultra procesados de baja calidad más edulcorantes artificiales.    

Conclusión

Espero que te haya resultado ilustrativo mi artículo y ahora paso a dar una opinión personal. Creo que fijarnos solo en las hormonas o nutrientes es bastante limitante, pero es como se suelen describir los cambios cíclicos en la literatura científica. La ciencia avanza a su ritmo intentando diferenciar verdad de error. Es posible que estemos más sensibles a los malos hábitos en la fase premenstrual y eso desencadene unos reportes de peor estado de ánimo. De hecho, se han observado cambios de tamaño en áreas cerebrales encargadas de memoria y atención a peligros. También, podríamos creer que lo que toca es sentirse mal y responder según lo que opinamos que se espera -sesgo de deseabilidad social-. Igualmente, los sujetos de estudio podrían no estar durmiendo suficiente de forma crónica o, en esas fechas, coincidir con momentos de más trabajo o conflictos personales. Asimismo, podrían no estar moviéndose suficiente y entrar en contacto con tóxicos mediante cosméticos u otros. Son tantos los factores. Todo ello multiplica el riesgo de descompensarse y no poder volver a la homeostasis, o sea, enfermar.

En todo caso, durante el ciclo no hay que hacer cambios drásticos de la alimentación. Solo pequeñas modificaciones dentro de una dieta balanceada. Por ejemplo, entender que gestionaremos peor los hidratos de carbono simples en la fase lútea. Te animo a ver tus ciclos menstruales y la vida en general con perspectiva. Sabiendo que siempre existen riesgos y hábitos por cambiar y/o mantener. Habrá que ser flexible. Para mí es sencillamente alucinante que todos estos procesos sucedan del de manera ordenada y me gusta tomármelo como una oportunidad. Creo que no elegimos nacer como lo hacemos, pero hay una pequeña ventana para reaccionar ante ello. No se trata de que sea bueno o malo. Simplemente, las mujeres somos diferentes y comprendernos es parte de mejorar esa relación contigo misma.

Hace poco leí unas frases que me gustaron mucho y os las comparto como clausura:

«es un error hacer que los derechos dependan de los hallazgos científicos. Que hombres y mujeres tengan los mismos derechos no depende de que sus cerebros sean idénticos, y ningún descubrimiento científico puede cambiar nuestro valor moral de que hombres y mujeres tienen los mismos derechos. Debemos separar ciencia y moral»

                                                                                                                                                                                                                                                                   Pablo Malo

 ¡Hasta el próximo café!

Referencias

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    7. Descubrir la Psicología I: Motivación y Emoción
    8. Video Fisiología del ciclo menstrual femenino.
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    23. ICNS (2022). Apuntes del Especialista Universitario en Nutrición y Salud Hormonal de la Mujer. 
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Belleza capilar y nutrición

En épocas como la primavera seguramente os apetezca lucir melena, pero notéis algunos signos como mayor caída. Por ello, quiero hablaros sobre cómo mantener nuestro cabello saludable de manera natural y ayudaros a conocer mejor a este órgano. Os daré 5 consejos de cuidado nutricional y 5 de cuidado cosmético, más algunas precauciones.

1. ¿Cuál es el ciclo de vida de un cabello y su anatomía?

Se estima que tenemos unos 100.000 cabellos en la cabeza y cae naturalmente un 0,001% al día. Sin embargo, cada cabello vive de manera asincrónica. Pasa por fase de crecimiento, transición, reposo y renovación y este ciclo se repite unas 25 veces a lo largo de la vida.  Como la fase de crecimiento suele detenerse antes en el hombre, a los 2 años, este tiene potencial para tener cabello hasta los 75. Mientras que la mujer, hipotéticamente, podría lucir melena hasta los 125 años. En invierno y en la noche, el cabello crece más lentamente.

Todo este trabajo tiene como finalidad:

  • Proteger el cuero cabelludo.
  • Regular nuestra temperatura.
  • Permitir propiocepción y exterocepción.
  • Aportar identidad y capital erótico.

El capital erótico es un conjunto de cualidades físicas, sociales y emocionales que una persona posee y que contribuyen a su atractivo sexual y sensual. 

El órgano capilar se compone de:

  • Folículo piloso: Similar a un saco en la piel con células madre que producen nuevas células capilares. Determina el grosor y otras características del cabello.
  • Raíz del cabello: Es la parte introducida dentro del folículo piloso y metabólicamente activa.
  • Papila dérmica: Abultamiento en la base del folículo piloso, rica en vasos sanguíneos que suministran oxígeno  y nutrientes para cabello.
  • Tallo del cabello: Es la parte visible del cabello y metabólicamente inerte. Por eso, requiere cuidado externo, ya que no es capaz de repararse a sí mismo. Está compuesto por tres capas principales.
  • Cutícula: Capa externa, está formada por células queratinizadas superpuestas como tejas de un tejado. Protege el tallo del cabello de daños y pérdida de humedad. Con ella se determina la porosidad del cabello.
  • Córtex: Capa intermedia que proporciona fuerza, elasticidad y color al cabello. 
  • Médula: Es la capa central del cabello, aunque no todas las personas tienen una médula claramente definida. Proporciona estructura y soporte al cabello.
  • Glándulas: tanto las sebáceas como las sudoríparas depositan una emulsión de sebo y sudor sobre la superficie del tallo y el cuero cabelludo.

Lo que estimula la producción de sebo son:

  • Hormonas andrógenas: testosterona y la DHT, con la intervención de la enzima 5-alfa-reductasa.
  • Hormonas suprarrenales: cortisol y adrenalina.
  • Uso inadecuado de cosméticos.
  • Calor.

Características como el grosor, porosidad o velocidad de crecimiento vienen determinadas por nuestros genes. Parecer ser que los genes de  antepasados asiáticos permiten un crecimiento de 20 mm al mes, los de caucásicos 13 mm y los de africanos 5 mm. Los tallos más porosos se beneficiarán de aplicar productos con proteína y aceites o mantecas vegetales. Mientras que los poco porosos requerirán el mimo de productos ligeros y humectantes como el aloe vera. 

2. ¿Qué afecta a la salud del capilar?

El aspecto de nuestro cabello puedo verse afectado por factores ambientales, mutaciones genéticas, estrés, descanso inadecuado, sedentarismo, hábitos de cuidado capilares, nutrición, episodios de mala absorción de nutrientes, enfermedades hormonales y autoinmunitarias. Que sean factores modificables o no es orientativo.

Aunque lo que suele preocupar es:


  • Despigmentación o canicie: Con el envejecimiento celular baja o desaparece la producción de melanina, con lo que la corteza del tallo se decolora.  Suelen ser cabellos porosos que pueden teñirse con productos como la Henna. Para evitar el envejecimiento prematuro se puede trabajar con la gestión de estresores y alimentación adecuada en omega-3, vitaminas y minerales antioxidantes.
  • Frizz o Encrespamiento: Condición en la que el cabello cambia a textura áspera, rizada o encrespada debido a la falta de humedad, exceso de carga eléctrica, daño o condiciones climáticas. En la tabla de productos se comenta la función y modo de empleo del acondicionador, mascarilla, serum, protector capilar y moldeadores de peinado que podrían ayudar en estos casos. 
  • Puntas abiertas o tricoclasia: La cutícula estropea y los filamentos de cabello se abren. Sanear las puntas, usar peines/cepillos de baja fricción, peinar en seco y/o añadir sprays desenredantes y luego peinar es muy recomendable para prevenir nuevas fracturas de la cutícula. Al igual que los productos que se comentan para el Frizz.

  • Caspa o dermatitis seborreica:  Son signos la picazón, descamación y malestar en el cuero cabelludo. Sucede por disbiosis o problemas autoinmunes. La explicación más común es que, en el cuero cabelludo sobrecrece el hongo Malassezia, la piel inicia una respuesta inflamatoria -dolor, calor, rubor e hinchazón-, se desprenden células muertas y sebo. En cosmética natural, se trata con champús purificantes y antisépticos. En nutrición, con una alimentación rica en probióticos o postbióticos y antiinflamatoria.

  • Caída fisiológica: 50 – 150 cabellos al día. Se debe ajustar a la caída natural de cada persona.

  • Alopecia areata: Parches de calvicie. Asociada a alteraciones autoinmunitarias (tiroides hipoactiva, suprarrenales hiperactivas, etc.). Puede ser interesante el uso de probióticos y postbióticos como el butirato.

  • Alopecia por tracción: Pérdida de cabello debido a la tensión repetida en el cabello (moños, trenzas, coletas, etc.).

  • Efluvio anágeno o telógeno: Caída masiva (>100 cabellos/día). Asociada a estrés físico o emocional. Algunos multivitamímicos pueden ser interesantes para cubrir la necesidad aumentada y en base al estudio ANIBES 2019 que habla de bajos niveles de vitamina D en sangre y otros nutrientes en la población española.

  • Alopecia androgénica patrón femenino o masculino: Se va perdiendo densidad, grosor, largo y pigmentación del cabello. Asociada a herencia genética y hormonas masculinas. En tratamiento farmacológico se habla del finasteride y el minoxidil. En terapias naturales se trabaja con aceite de semilla de calabaza, de onagra, saw palmeto, vitex agnus, fitoestrógenos de soja, ñame, cimífuga racemosa, gingko biloba y multivitaminicos. Cada patrón y cada caso debe valorarse por separado, escuchando sobre los riesgos y beneficios.

  • Alopecia total o universal: Es total cuando se extiende a todo el cuero cabelludo y universal cundo lo hace a todo el cuerpo. Una versión más grave de la alopecia areata.

En mujer, la caída capilar suele asociarse a anemia, hipotiroidismo, efluvios por estrés o postparto, alopecia hereditaria en climaterio o precoz en desórdenes del las hormonas sexuales como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).

Valorar en historia clínica y dietética:

  • Factores que afectan salud capilar.
  • Ingesta de proteínas: Aminoácidos esenciales como la cisteína para formar queratina, la lisina para dar densidad y volumen interno al cabello o no esenciales como metionina y serina. También la taurina para proteger el cabello y otros como magnesio o B6.

Analíticas:

  • En 1 g de cabello: Potasio, Hierro, Silicio, Magnesio, Calcio, Cobre, Sodio, Fósforo, Manganeso, Cromo, Zinc, Boro, Molibdeno y Selenio.
  • En sangre: TSH, T3L, T4L, PTH, Cortisol, ADR, NADR, Andrógenos, Prolactina, Estrógenos, Insulina, Homocisteína, Glucosa, TG, HDL, LDL, Vitaminas A, C, D, B6, B12, Ácido metilmalónico, Hemograma completo, Zinc, Cobre y Selenio.

3. ¿Qué nutrientes necesita el cabello?

Vitaminas, minerales, proteínas como la queratina y grasas esenciales como los omega-3.

 

Vitamina B2 (Riboflavina): Ayuda a mantener la salud del cuero cabelludo y las membranas mucosas. También puede contribuir a la producción de queratina.

 

Vitamina B5 (Ácido pantoténico): Contribuye al crecimiento del cabello y ayuda a mantener su fuerza y elasticidad. Se cree que el ácido pantoténico mejora la densidad y el grosor del cabello.

 

Vitamina B6 (Piridoxina): Juega un papel en el metabolismo de las proteínas. También puede ayudar a regular la producción de sebo en el cuero cabelludo.

 

Vitamina B8 (Biotina): Es esencial para el crecimiento del cabello y puede ayudar a fortalecerlo, así como a prevenir la sequedad y la fragilidad. La biotina también puede promover el crecimiento de cabello nuevo y saludable.

 

Vitamina B12: Contribuye al metabolismo celular y puede mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que favorece el crecimiento del cabello.

 

Vitamina D3: Modula diferenciación y crecimiento de queratinocitos. Remontes de vitamina D3 cuando es deficitaria ayudan con el fortalecimiento del sistema inmunitario. 

 

Vitamina E: Protección del estrés oxidativo.

 

Cobre: Contribuye a la pigmentación del cabello y puede ayudar a mantener su color natural.

 

Hierro: Ayuda a transportar oxígeno al folículo piloso.

 

Magnesio: Ayuda a mantener la salud del cuero cabelludo y puede tener efectos beneficiosos en el crecimiento y la fuerza del cabello.

 

Selenio: Tiene propiedades antioxidantes y puede ayudar a proteger las células del cuero cabelludo contra el daño oxidativo. También puede contribuir a la salud del cuero cabelludo y al crecimiento del cabello.

 

 

Silicio: Es importante para la salud de las estructuras de colágeno y elastina en el cuero cabelludo, lo que puede mejorar la calidad y la resistencia del cabello.

 

Zinc: Es necesario para la síntesis de proteínas y puede contribuir al crecimiento del cabello y al mantenimiento de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo.

 

Composición del cabello:

 

  • 2% Grasas: ácidos grasos, glicolípidos, ceramidas y colesterol sulfato, libres o unidos a proteínas.

  • 28% Proteínas (95% de queratina en el tallo).

  • 70% Agua, minerales y otros.

TIP 1: SEGUIR DIETA MEDITERRÁNEA

Cualquier dieta, a base de plantas, bien planteada puede ser adecuada para el cuidado capilar. Por proximidad, la dieta mediterránea sería la herramienta de elección en España. Actúa por mecanismos antioxidantes, antiinflamatorios, fortalecedores de la microbiota, salud hormonal y sistema inmunitario.

Algunos alimentos interesantes según el grupo al que pertenecen son:

PROTEICOS: Huevos (proteína, biotina y B12), alubias y lentejas (proteína, biotina, zinc, hierro no hemo), carnes de aves y el pescado (proteína y hierro), ostras (zinc), gelatinas y alimentos ricos en colágeno (proteínas).

VEGETALES: Espinacas (vitamina A, C y hierro), apio y perejil (apigenina), col rizada y tomate (micicetina).

FRUTAS: Cítricos y frutos rojos (vitamina C y bajo índice glucémico).

FARINÁCEOS: Boniato (vitamina A), mijo (mialicina y vitaminerales).

OLEAGINOSOS: Aceite de oliva, aguacate (vitamina E), frutos secos y nueces del Brasil.

OTROS: levadura nutricional y té verde (catequinas y vitamina C).

TIP 2: CUIDAR LA MICROBIOTA

La microbiota es el “conjunto de microorganismos que se encuentran generalmente asociados a tejidos sanos (piel, mucosas, etc.) del cuerpo humano”.

 

¿Qué son los carbohidratos accesibles para la microbiota (MACs)?

Son la «parte no digerible de los alimentos que comemos que sí puede metabolizar nuestra microbiota». «Todos los MACs son fibra, pero no toda la fibra es MAC».

 

¿Dónde encontramos MACs?

En los MASETAP:

  • Microbios transmitidos por los alimentos.

  • Algas.

  • Setas.

  • Especias (más concentrados en las secas).

  • Tejidos Animales (tendones).

  • Plantas.

 

¿Qué determinantes básicos hay para una microbiota saludable?

  • Hacer ventanas de ayuno.

  • Niveles de estrógeno adecuados.

  • Alimentación rica en prebióticos como los MACs y postbióticos como ácidos grasos de cadena corta (butirato, propionato, etc.). 

 

Productos disbióticos o que alteran la microbiota

  • Alcohol.

  • Grasas oxidadas y trans.

  • Azúcar y harinas refinadas.

  • Algunos edulcorantes artificiales y aditivos alimentarios.

TIP 3: HACER AYUNO NOCTURNO

 Ayunar de 12 -16 h ayuda a regular los de biorritmos. En mujeres en edad fértil bastaría con 12 h de ayuno. Mientras que los hombres y mujeres en etapa de menopausia se beneficiarían más de aumentar ese descanso digestivo hasta las 16 h Debes saber que no rompe el ayuno, el beber agua, infusiones o caldo de huesos y cuando se coma deben ser alimentos densos nutricionalmente como los de la dieta mediterránea. Es un consejo para adultos sanos. No es adecuado en diabéticos, niños ni mujeres embarazadas.

«no solo qué comemos o cuánto comemos influye, sino que cuándo comemos también es un factor relevante»

 

Dra. Marta Garaulet

 

TIP 4: INGERIR PRIMERO LOS VEGETALES

 

 

Comer en un orden determinado podría ser una estrategia sencilla para mejorar la respuesta digestiva y en concreto marcadores como glucosa e insulina en sangre, según ensayos clínicos como el de Shukla y colaboradores, del 2019.

TIP 5: TOMAR CANTIDADES ADECUADAS DE PROTEÍNA

Tomar suficiente proteína (1,2-2,2 g Kg peso / día) y repartida en todas las comidas. Aproximadamente son unos 25-30 g por ingesta, en adultos sanos. Nos ayudará junto con el ejercicio a mantener estructuras (músculo, piel, cabello), funciones enzimáticas, de transporte, de defensa, reguladores y energéticas.

4. ¿Qué productos naturales favorecen la salud capilar?

Los nutrientes y fitoquímicos que se han comentado previamente más peines o cepillos de bambú con tratamiento para bajar la fricción, desenredantes, champús, acondicionadores, mascarillas, tónicos, sueros, protectores  capilares, moldeados de peinado y tintes vegetales.

 

La función general de estos productos es aportar nutrientes para cuero cabelludo y crecimiento capilar, mantener la característica hidrofóbica del cabello, reforzar la cutícula, neutralizar cargas eléctricas y fuerzas de fricción. En la tabla se detalla cada uno.

 

Producto

Función principal

Modo de uso

Peines y cepillos

Desenredar, peinar y moldear el cabello.

Separar en mechones para empezar a desenredar desde las puntas, avanzando hacia las raíces. Es preferible desenredar en seco o tras aplicar un spray desenredante. Justo en el punto entre cabello húmedo y seco es donde suelo conservarse el moldeado.

Desenredantes

Suavizar nudos y reducir rótulas del tallo.

Aplicar sobre el tallo antes de peinar y no necesita aclarado.

Champú

Limpiar el cuero cabelludo y el tallo.

Aplicar/frotar sobre el cabello mojado, masajear el cuero cabelludo y enjuagar.»

Acondicionador

Facilitar el manejo capilar y peinado del cabello, reequilibrando cargas eléctricas.

Aplicar sobre tallo húmedo, dejar actuar unos minutos y aclarar.

Mascarilla

Nutrir en profunda, reparación y fortalecimiento del tallo.

Aplicar sobre tallo, peinar, dejar actuar, según indicaciones del producto y aclarar o no. 

Tónico

Estimulante del cuero cabelludo, su microcirculación y fortalecimiento del folículo piloso. Equilibrar el pH del cuero cabelludo.

Aplicar un par de pulsaciones sobre cuero cabelludo, masajear, dejar actuar mínimo 30-45 minutos y lavar.

Serum

Concentrado para sequedad, puntas abiertas y reparación del tallo.

Aplicar sobre el tallo seco y peinar. No requiere lavado inmediato.

Protectores térmicos

Proteger del daño por calor (secador, plancha, etc.)

Sobre cabello húmedo o seco, distribuir el spray protección uniformemente. No requiere enjuague. Solo se usa plancha/tenaza en cabello seco.

Protector solar

Proteger de exposición solar prolongada, cloro o agua marina.

Agitar y aplicar sobre cabello, peinar y repetir si es necesario. No requiere enjuague.

Moldeadores de peinado

Ayudan en el posicionamiento del cabello: ceras, espumas, geles, lacas, etc.

Seguir instrucciones del fabricante, para cada producto.

A nivel cosmético los consejos son:

 

TIP 1: DESENREDAR ANTES DE MOJAR.


Se empieza a trabajar de las puntas hacia la raíz. Incluso, se podría empezar peinando con los dedos.

 

TIP 2: LAVAR CON FRECUENCIA ADECUADA.

 

No cae más cabello por lavar más, según el Dr. Óscar Muñóz Moreno, médico experto en alopecia. Puedo ser más problemática una higiene inadecuada del cuero cabelludo.

 

TIP 3: USAR PRODUCTOS ESPECÍFICOS SEGÚN EL TIPO DE CABELLO.

 

Habrá cueros cabelludos menos productores de sebo y sudor o con tendencia a secos, otros grasos y otros intermedios. En cuanto al cuidado del tallo, cabellos muy porosos pueden agradecer el mimo de la manteca de Karité, aceite de coco, jojoba o ricino. En los poco porosos productos ligeros como glicerina, aloe vera, aceite de argán, almendras dulces, cáñamo y jojoba. Las siliconas y aceites minerales derivados del petróleo pueden tener un efecto cosmético de maquillar los daños, pero son mucho menos interesantes como cuidado capilar.

 

TIP 4: PROTEGER DE AGRESORES COMO EL SOL, CLORO O SAL MARINA.

 

TIP 5: SANEAR LAS PUNTAS DE VEZ EN CUANDO.

A quien quiera seguir las tradiciones populares, parece preferible cortar el cabello en luna creciente o nueva. Vendría a ser entre el 21 y el 24 de abril. Mientras que la depilación sería interesante en luna menguante, el 25.

 

Precauciones:

  • Con síntomas como molestias y excesivo sebo en el cuero cabelludo es aconsejable visitar a un especialista. La dermatitis y la alopecia areata pueden agravarse. 
  • Los aceites esenciales (A.E.) deben ser de calidad y manipularse con cuidado. En lugar de su aplicación directa. Suele ser recomendable usarlos diluidos en una base de aceite o manteca vegetal. En algunas poblaciones como embarazadas, lactantes y niños pequeños puede no ser adecuado su empleo.
  • Dietas hipoproteicas (<0,8 g PRO por kg de peso y día) o hipocalóricas (<1700 kcal al día) difícilmente cubrirán vitaminas y otros nutrientes esenciales.
  • No exceder el nivel máximo de ingesta tolerable  (UL). En cuanto a cabello, sobre todo de: zinc (UL de 25 mg), selenio (UL de 300 μg) y vitamina A (UL de 3000 μg o 1500 μg en etapa de posmenopausia). Esos nutrientes en exceso se han asociado a caída capilar.

*1 μg de retinol = 3,33 UI de Vitamina A = 6 μg de betacaroteno = 12 μg de otros carotenoides provitamina A.

Podéis ver que hay algunos alimentos excepcionalmente ricos en algunos nutrientes como las nueces del Brasil. De media aportan de 95 μg respecto al selenio. Entonces, no se aconseja tomar más de 1 a 2 al día, pero es muy buen hábito y más para personas con hipotiroidismo.

¡Hasta el próximo café!

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